¿Soy elegible para recibir un injerto capilar? La lista completa de contraindicaciones de los injerto capilares
Sommaire
El injerto capilar es una técnica quirúrgica utilizada para tratar determinados tipos de alopecia, incluyendo la alopecia androgenética, mediante la extracción de folículos pilosos sanos de una zona donante en la parte posterior de la cabeza y su reimplantación en zonas calvas.
Cuando este procedimiento lo realiza un cirujano cualificado, los resultados son duraderos en la gran mayoría de los casos. Sin embargo, no deben pasarse por alto algunas contraindicaciones notables relativas al injerto capilar. Este artículo ofrece una lista exhaustiva de todas las contraindicaciones potenciales de los injertos capilares para que los pacientes evalúen si son elegibles para este procedimiento.
Contraindicaciones médicas de los trasplantes capilares
Algunas condiciones médicas preexistentes pueden ser contraindicaciones absolutas o relativas para los procedimientos de trasplante capilar.
Enfermedades autoinmunes
Muchas enfermedades autoinmunes como el lupus, la artritis reumatoide, la espondilitis anquilosante, el vitíligo, la psoriasis y la alopecia areata son contraindicaciones para un trasplante capilar. El sistema inmunitario hiperactivo del paciente puede identificar los injertos capilares implantados como cuerpos extraños y atacarlos, lo que probablemente provoque el fracaso del trasplante.
Es necesaria una consulta minuciosa con el cirujano para evaluar los riesgos en base a cada caso particular. Si la enfermedad autoinmune ha sido estabilizada durante varios años con tratamiento médico, puede considerarse la posibilidad de realizar un trasplante capilar.
Historial reciente de cáncer
Los pacientes con un historial de cáncer, especialmente de origen cutáneo o hematológico, deben verificar con su oncólogo que ha transcurrido un tiempo suficiente desde el final de su tratamiento contra el cáncer. La quimioterapia y la radioterapia son tratamientos muy agresivos que pueden tener un efecto duradero sobre la calidad del tejido cutáneo y la capacidad de los folículos pilosos para regenerarse y cicatrizar correctamente. Los especialistas suelen recomendar un tiempo de espera mínimo de entre 12 y 24 meses tras finalizar la quimioterapia o la radioterapia antes de considerar la posibilidad de someterse a un trasplante capilar.
Trastornos endocrinos
Diversos trastornos del sistema endocrino pueden representar un riesgo para un trasplante capilar si no se tratan adecuadamente de antemano:
- Es probable que la diabetes, especialmente cuando no está controlada, altere la vascularización del cuero cabelludo, comprometiendo la viabilidad de los injertos de folículos pilosos.
- Las enfermedades de la tiroides, como el hipotiroidismo o el hipertiroidismo incontrolado que no se tratan adecuadamente, pueden afectar a la vitalidad y regeneración de la piel y las células pilosas. Esto puede afectar negativamente a la calidad del rebrote del injerto capilar tras el trasplante.
- El hipercortisolismo suprarrenal, también conocido como síndrome de Cushing, puede provocar el adelgazamiento de la piel y la fragilidad de los tejidos, lo que interfiere en la cicatrización de los injertos.
- El hiperandrogenismo de origen ovárico o suprarrenal provoca una producción excesiva de hormonas androgénicas, como la testosterona en las mujeres. Este exceso de andrógenos puede provocar un crecimiento anormal del vello (hirsutismo) o síntomas de virilización (voz grave, calvicie de patrón masculino, etc.). Este desequilibrio hormonal altera el ciclo capilar y acelera la pérdida de cabello. Se recomienda regular este exceso de andrógenos con un tratamiento adecuado antes de considerar un trasplante capilar para poder lograr una viabilidad óptima.
- La resistencia a la insulina asociada a la dislipidemia como parte del síndrome metabólico también altera la microcirculación sanguínea del cuero cabelludo y, potencialmente, la viabilidad de los folículos pilosos implantados.
- La obesidad severa puede dar lugar a una cicatrización deficiente de la herida y requiere precauciones técnicas durante el procedimiento.
Enfermedades cardíacas y vasculares
Ciertas afecciones cardiovasculares pueden contraindicar temporalmente un trasplante capilar. Estas enfermedades pueden interrumpir el flujo sanguíneo y el suministro de oxígeno al área del cuero cabelludo, comprometiendo la correcta implantación y supervivencia de los injertos de folículos pilosos.
En particular, este es el caso de:
- Hipertensión arterial severa no controlada con medicación, con niveles permanentemente superiores a 160/100 mmHg. Es necesario mantener un mejor control de la hipertensión antes de llevar a cabo un trasplante capilar.
- La presencia de enfermedad arterial en las extremidades inferiores suele reflejar daño vascular sistémico. Esta circulación deficiente puede afectar a la vascularización del cuero cabelludo y amenazar la viabilidad de los injertos implantados.
- La insuficiencia cardíaca avanzada (en etapa 3 ó 4) requiere que el estado general de salud del paciente se estabilice antes de considerar un procedimiento electivo como un trasplante capilar.
- El hecho de haber sufrido recientemente un infarto de miocardio o un derrame cerebral puede obligar a posponer un procedimiento de trasplante capilar por unos meses.
Trastornos de la coagulación
Ciertos trastornos de la coagulación impiden los trasplantes capilares:
- La hemofilia y otras enfermedades en las que la sangre no coagula correctamente debido a deficiencias en factores de coagulación específicos.
- Tomar fármacos anticoagulantes o inhibidores de la agregación plaquetaria. Estos medicamentos alteran la coagulación normal de la sangre durante una cirugía.
- Enfermedades con recuento anormal de plaquetas (trombocitopenia, trombocitosis).
- Anemia grave con niveles de hemoglobina muy bajos (< 8 g/dL).
- La anemia falciforme, que es un trastorno sanguíneo que puede alterar la coagulación.
En todos estos casos, existe un mayor riesgo de hemorragia excesiva durante una intervención quirúrgica, por lo que no es aconsejable un trasplante capilar.
Pacientes inmunodeprimidos
Ciertas situaciones que conducen a una inmunidad debilitada constituyen factores de riesgo para un trasplante capilar:
- Infección por VIH no controlada con recuentos muy bajos de células T CD4 (< 200/mm3).
- Inmunodeficiencias genéticas poco comunes.
- Extirpación quirúrgica del bazo (esplenectomía).
Estos pacientes son más propensos a contraer infecciones. Es aconsejable posponer los procedimientos de trasplante capilar hasta que se haya restablecido su función inmunitaria.
Contraindicaciones psicológicas o psiquiátricas
Ciertas condiciones psicológicas o psiquiátricas constituyen contraindicaciones relativas o absolutas a tener en cuenta antes de realizar un trasplante capilar.
Trastornos graves de la imagen corporal
Varios trastornos psicológicos provocan que los pacientes desarrollen una percepción distorsionada u obsesiva de su aspecto físico:
- Trastorno dismórfico corporal: una preocupación obsesiva por un defecto físico imaginario o muy exagerado. Estos pacientes perciben su calvicie como algo vergonzoso, aterrador y socialmente ruinoso. Sin embargo, en el periodo post-operatorio surgen nuevas áreas defectuosas, lo cual provoca una insatisfacción crónica.
- Ciertos trastornos psicóticos como la esquizofrenia, los trastornos delirantes o la depresión melancólica. El trasplante capilar está contraindicado en estos casos.
- Los trastornos obsesivo-compulsivos (TOC), como los rituales de comprobación y la tricotilomanía (arrancarse el cabello de manera compulsiva) requieren tratamiento antes de plantearse un trasplante capilar.
Trastornos depresivos
La presencia de episodios depresivos graves, especialmente cuando van acompañados de ideación suicida, es una contraindicación relativa para un trasplante capilar. Es aconsejable estabilizar el estado de ánimo del paciente y aliviar los síntomas depresivos antes de contemplar la cirugía estética electiva. De lo contrario, la depresión puede debilitar la motivación para cumplir los cuidados post-operatorios.
Adicción a los procedimientos estéticos
Algunos pacientes pueden desarrollar una adicción, es decir, una dependencia psicológica, a diversos procedimientos quirúrgicos estéticos (estiramientos faciales, implantes, etc.) o tratamientos dermatológicos. Estas personas acuden compulsivamente a las consultas y continúan crónicamente insatisfechas, independientemente de los procedimientos realizados. Los pacientes con estos perfiles no deben someterse a otros procedimientos estéticos.
Expectativas poco realistas
Algunos pacientes albergan expectativas demasiado optimistas en cuanto a la densidad y la cobertura del cuero cabelludo que se puede lograr de forma realista con un trasplante capilar. El diálogo en la consulta es muy necesario para reajustar las expectativas del paciente a los resultados razonablemente esperados. El paciente debe estar de acuerdo con el cirujano acerca de los resultados factibles.
Contraindicaciones relacionadas con el estilo de vida
Determinados comportamientos y hábitos de vida también pueden representar contraindicaciones relativas o absolutas para llevar a cabo un trasplante capilar.
Fumar en exceso
Fumar más de un paquete de cigarrillos al día altera la microcirculación sanguínea. Esto afecta a la viabilidad de los injertos capilares implantados, que necesitan un suministro adecuado de oxígeno para cicatrizar. Además, el paciente debe dejar de fumar durante al menos 2 semanas después de la operación.
Por lo tanto, se recomienda encarecidamente a los fumadores que inicien el proceso de abandono del tabaco unos meses antes de someterse a una cirugía de trasplante capilar.
Alcoholismo
Del mismo modo, el consumo excesivo y crónico de alcohol por encima de los límites recomendados puede perjudicar la vascularización del cuero cabelludo y la cicatrización del injerto. Este nivel de ingesta de alcohol debe reducirse drásticamente al prepararse para una cirugía de trasplante capilar. Los pacientes también deben abstenerse de ingerir alcohol durante dos semanas después del procedimiento.
Contraindicaciones temporales
Ciertas situaciones o condiciones pueden justificar el aplazamiento temporal de los procedimientos de trasplante capilar.
Embarazo
Es aconsejable posponer un trasplante capilar en caso de embarazo activo o si se planea un embarazo en el plazo de un año tras la intervención. Los cambios hormonales y el aumento de la vascularización durante el embarazo pueden interferir en la cicatrización y el desarrollo óptimo del injerto.
Estrés emocional intenso
De igual modo, es preferible posponer un trasplante capilar si el paciente está experimentando un estrés psico-emocional intenso: duelo, separación, pérdida del trabajo, etc. Cuando estos acontecimientos de la vida ocurren cerca del momento de la intervención, pueden complicar la recuperación post-operatoria inmediata.
Contraindicaciones relacionadas con la etapa de calvicie
Patrón de calvicie inestable
Es necesario esperar a que se estabilice el patrón de pérdida de cabello antes de considerar un trasplante capilar. La alopecia androgenética suele estabilizarse entre los 25 y los 30 años. Para las personas propensas a la calvicie prematura, se recomienda el fármaco Minoxidil para ralentizar la progresión de la alopecia mientras se espera a que se estabilice el patrón de calvicie.
Calvicie avanzada
Los pacientes con calvicie que alcancen la etapa 6 en la escala Norwood ya no son candidatos para un trasplante capilar debido a la insuficiencia de reservas de cabello donante.